Orange España, una de las dos filiales con las que opera el grupo francés en el mercado español, redujo sus pérdidas hasta los 218,3 millones en 2022, un 61,7% menos que el ejercicio anterior, en el que registró un resultado neto negativo de 570,7 millones, según consta en las cuentas depositadas en el Registro Mercantil. No obstante, tanto su cifra de negocio como su patrimonio han disminuido. Los ingresos han pasado de 4.272 millones en 2021 a 4.237 millones en 2022, casi un 1% menos. El patrimonio neto, a su vez, ha caído un 5,2%, hasta situarse en 3.516 millones. Orange España presenta una deuda a corto plazo de 306,7 millones, un 20,6% menos que en 2021, cuando esta alcanzaba los 386,4 millones. Todo lo contrario ocurre con la deuda a largo, pues esta se incrementa un 12,5%, pasando de 99,1 millones a 111,5 millones, según consta en el informe de cuentas que ha adelantado El Economista.
Orange Espagne es la sociedad principal de Orange en España que agrupa el negocio minorista sin contar la telefonía fija. La otra filial es Orange España Comunicaciones Fijas, que gestiona las infraestructuras fijas y el negocio mayorista fijo, cuyas cuentas aún no ha publicado el Registro. En 2021, esta filial obtuvo un resultado neto de 156,3 millones, un 44% más que en el ejercicio anterior. Ese incremento se produjo pese a que la cifra de ingresos se redujo un 1,5% hasta los 893,7 millones.
La caída de ingresos de Orange España se debe a la “intensa competencia low cost y de otros efectos secundarios derivados de la crisis energética, así como de la inflación en España”, según explica la compañía en el informe anual, aunque resalta que durante los dos primeros trimestres del año pasado Orange España logró incrementar sus ingresos gracias a “la importante recuperación de los servicios de retail [negocio residencial y de empresas]”, puntualiza el informe que ha adelantado El Economista.
El informe señala que los objetivos para este 2023 de Orange España se centran en la extensión de la tecnología 5G en España, que, a su vez, permitirá que la economía nacional se recupere a través de la transformación. Cumpliendo también con el paquete de medidas del Gobierno, Orange España pretende reducir la brecha digital que hay entre regiones. Para ello, usará “todo el espectro de que dispone en las bandas prioritarias para el despliegue de la tecnología 5G”, destaca la empresa. Además, tras la reordenación de frecuencias en la banda de 3,5GHz, la sociedad puede ofrecer más de un 60% adicional de velocidad a sus clientes (1,6 Gb/s).
Entre las previsiones de la filial, también está el crecimiento de los básicos financieros y de negocio, “buscando la eficiencia en costes y profundizando la relación con nuestros clientes. Para lograr este objetivo, queremos continuar la consolidación y optimización de los canales de distribución bajo marca Orange (tiendas propias y franquicias) y de los canales alternativos (multicanalidad y canales digitales)”, indica el informe de gestión.
Como es práctica común en todas las multinacionales, el grupo Orange, con sede en Francia, no desagrega el resultado neto de las filiales en los distintos países en los que opera, y solo facilita la cifra de ingresos y de beneficio bruto. Según esas cuentas del grupo, la filial española facturó 4.647 millones de euros en 2022, un 1,5% menos que en el ejercicio anterior, y sufrió una caída del 4% del beneficio bruto de explotación después de arrendamientos (EBITDal) hasta los 1.111 millones de euros.
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