miércoles, noviembre 13

Marina d’Or cancela todas las reservas y cierra sus hoteles un mes antes que en 2022 | Economía

Vista del complejo Marina D’or, situado en Oropesa del Mar (Castellón).

El complejo turístico Marina d’Or en e Oropesa del Mar (Castellón) ha cerrado de manera inesperada todos sus hoteles y su balneario desde ayer, 17 de septiembre, por lo que ha notificado a todos sus clientes por teléfono o correo electrónico la cancelación de las reservas, en lo que supone un adelanto del fin de temporada de la llamada Ciudad de Vacaciones. En principio la operativa se extendía hasta el próximo mes de diciembre pero la compañía controlada hasta ahora por el fondo americano Farallon Capital Management ha decidido cerrar este mismo domingo su temporada de manera imprevista.

La empresa ha confirmado el cierre anticipado de sus instalaciones, pero no ha precisado las causas de este cierre ni cuando tienen prevista su próxima apertura. Tampoco ha atribuido el cierre a la compra del macrocomplejo por parte del Grupo Fuertes hace apenas un mes. Se trataría, por tanto, de la primera decisión que se adopta en el complejo tras la compra por parte del Grupo Fuertes (propietario de enseñas como El Pozo o Cefusa), hace poco más de un mes al fondo americano Farallon Capital Management. A esta compañía se lo había vendido previamente el fundador de Marina d’Or, Jesús Ger.

La ciudad de vacaciones de la costa de la Comunidad Valenciana, orientada al turismo familiar, cuenta con un hotel-balneario de cinco estrellas, dos de cuatro estrellas (Marina D’Or Playa y Gran Duque), así como un balneario de agua salada y múltiples espacios de ocio y apartamentos turísticos. Construido sobre una superficie aproximada de 1,4 millones de metros cuadrados, de los cuales más de medio millón están destinados a zonas verdes y áreas ajardinadas, tuvo varias dotaciones deportivas y recreativas debido del carácter turístico de la urbanización. Todo el complejo fue actualizado después de la pandemia, cuando el fondo americano aportó una serie de inversiones para mejorar las instalaciones.

Precisamente, en agosto se conoció la nueva operación de compra, según la cual, Grupo Fuertes habría entrado en el accionariado y Hoteles Magic Costa Blanca, con sede en Benidorm, se encargaría de la gestión del complejo vacacional. En estos momentos solo falta el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para que se culmine la operación empresarial. Magic Costa Blanca, es un grupo con una gran presencia y reputación en la zona y que ya cuenta con una cartera de 10 hoteles y 2 complejos de apartamentos en Benidorm, Alfaz el Pi, Gandia, Finestrat y Villajoyosa.

Marina d’Or se ha caracterizado por una intensa actividad publicitaria y por el patrocinio de concursos de belleza así como diferentes eventos deportivos. La crisis de 2008 fue un duro golpe para el complejo vacacional, pero tras la compra y capitalización de su deuda bancaria por parte de Farallon y la inversión de varias decenas de millones acometida por el fondo para mejorar el complejo (y afrontar el impacto de la pandemia en 2020 y 2021), se puede decir que Marina d’Or está totalmente saneada.

Ahora falta ver que ocurre con el complejo inmobiliario con los nuevos dueños. El grupo cuenta con una plantilla media de 941 profesionales, que en la época de mayor actividad, en verano, alcanza los 1.420 profesionales.

Clientes afectados

Marina d’Or suele cerrar habitualmente un par de semanas por finalización de temporada para su puesta a punto de cara a la nueva temporada. El pasado año la clausura tuvo lugar también un mes antes el 13 de octubre, y este año 2023 ha sido casi un mes antes. Los clientes afectados por el cierre adelantado que tenían reservas hasta finales de año ya han sido contactados por la compañía y les serán devueltos los importes que hubieran adelantado. No obstante, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) asegura que los consumidores también deben ser compensados por otros gastos asociados.

La OCU considera que esta política de cierre genera perjuicios a los consumidores de manera injustificada y anima a reclamar por los gastos asociados como puede ser el transporte. También recomienda guardar los comprobantes de todo tipo de reservas y pagos relacionados con la estancia prevista en el complejo, así como de los servicios adicionales y que puedan servir para formalizar la reclamación. En caso de que los usuarios no se vean resarcidos de los gastos y perjuicios ocasionados, OCU recuerda que pueden utilizar los recursos que pone a disposición consumidores para su reclamación.

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