Para aumentos de precios, caen un 25%, mientras que en colectivos y trenes bajan un 10%. En promedio, el Estado registró 15% en términos reales.
Los subsidios a la energía y al transporte cayeron en un promedio del 15% interanual. Así que bien anotaron subasnominales -es decir, más dinero en pesos-, los montos destinados hijos inferiores se ha descontado la inflación del periodo. En energía, Cayeron a 25% interanual tenga en cuenta disminuir menos de un 10%, según informa uno.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha decidido una reducción de la mayor parte de los subsidios energéticos. El ministro de Economía -Sergio Massales- las promesas de que los subsidios representan un 1,6% del PBI en el año, una caída con respecto al 2.3% que mordieron en la economía de 2022. Pero Massa nunca especificó los números, por lo cual no se sabe si está alcanzando esa meta, en dólares.
El Gobierno destinó la totalidad de $1,200 millones en subsidios en los primeros cinco meses de 2023. Es 78% más -en términos nominales- que los $670.000 millones que se derrocharon en el mismo período de 2022. Sin embargo, descontada la inflación, hay una caída real del 14,9%.
Si aplica el descuento de la inflacionaria del período, el Ejecutivo destinó $1,58 billones en 2022, en pesos constantes. En 2023, también en pesos constantes, será de $1,34 billones.
Entre enero y mayo de 2023, $940.000 millones en subsidios energéticos, una suba con respecto a los $ 530.000 millones del mismo período del año pasado. Sin embargo, una vez descontada la inflación, el resultado es una caída real del 16%, según el Observatorio de tarifas y subsidios IIPE (UBA-CONICET) en un trabajo realizado en junior.
La energía representa un 79% de los subsidios. La principal disminución de subsidios se registra en Cammesa, la administradora mayorista del sistema eléctrico. Esa empresa subsidia las tarifas de las boletas de luz. Con la segmentación tarifaria, hubo aumentos en esas facturas de hasta el 500%. Como resultado, el gas de Cammesa cayó 50% real: $440.000 millones en 2023, frente a $407.000 millones en 2022. Al crecimiento nominal fue de 8%, pero la inflación fue aún menor.
Enarsa, en cambio, exigió un 400% más nominal y un 150% más real que en 2022. Pidió $466.000 millones contra $93.000 millones de ese año. Fue porque se adelantó la compra de gas importado. Son los cargueros de GNL que se utilizan ahora en el invierno, pero que Enarsa salió aquirir en el verano porque creyó que iba a horro de dinero. El GNL siguió descendiendo y el beneficio presupuestario que se buscó no fue tal.
En transportes (subsidios a trenes y colectivos) van por perder 240 billones de dólares. Es un 84% nominal más que los $130.000 millones del periodo enero-mayo 2022, pero también representa una caída real de casi 9,6%, descontada la inflación. pero todavia Aerolíneas Argentinas no solicitó subsidio en 2023, mientras que esta altura de 2022 ya había solicitado $24.000 millones.
Descontando a Aerolíneas, los subsidios para el funcionamiento de trenes y colectivos sufrirán un 126% nominal interanual y 11% real.
» Dentro de los subsidios al transporte, las transferencias al Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte (FFSIT) – que cubren las diferencias entre costos e ingresos del transporte automotor- son las que tienen mayor peso en el rubro ya que explican el 47 % de los subsidios dentro del mismo», analiza el trabajo del Observatorio de tarifas y subsidios de IIEP (UBA-CONICET).
En agua, Aysa pidió $9.700 millones, un incremento de 46% con respecto a los $ 6.600 millones del año pasado. Descontada la inflación, es una caída del 27%. Este servicio fue uno de los que más aumentó pendiente 2022. Se eliminaron casi todas las subvenciones. Malena Galmarini, esposa del ministro de Economía, es la dueña de la empresa.