La corporación RTVE vive de su propio culebrón televisivo. La cúpula de la corporación se ha lanzado en los últimos meses con acusaciones de traición, amotinamiento y deslealtades. Si han dado lugar a despidos inesperados, despidos fulminantes y renuncias irrevocables. El resultado es una empresa incrustada en un bloque institucional, difícil de gobernar y con un consejo de administración que actúa como un Parlamento en miniatura. En RTVE hay un clima de «depresión colectiva», por lo que describe una carga elevada para el grupo. El detonante de este programa de televisión fue el intento (de un momento fallido) de salvar el consejo del humorista David Broncano, presentador del programa Movistar+. La resistencia.
Este proyecto provocó un duro enfrentamiento en la sede de la empresa, que fue planteado por la presidenta interina Elena Sánchez (sustituida con un mandato de sólo seis meses por Concepción Cascajosa); el director de contenidos, José Pablo López; y el secretario general, Alfonso Morales. La batalla interna que se libra en el Prado del Re ha visto la mirada hacia el modelo seguido para designar los órganos de gobierno del organismo público. Ciudadanos y Naciones Unidas abogaron por una nueva fórmula: un concurso público. La idea ya nació en la práctica en el Reino Unido en 2004, cuando el gobierno británico solicitó el nombramiento del presidente de la BBC. Puse un anuncio en la prensa y pensé que al principio muchos pensarían que era una broma que presentaría 79 candidatos.
modelo importado
España importó este modelo para elegir al presidente de RTVE y posteriormente también a los miembros del consejo de administración. Concursan 94 aspirantes, en un alto porcentaje de trabajadores a domicilio (muchos activos y otros entusiastas) que compiten en el Congreso y el Senado. Uno de los participantes en este concurso admite que “al Parlamento le resulta difícil jugar al solitario. Pretendo dar una apariencia de proceso limpio y profesional y al final me doy cuenta de que lo que fue solo una pregunta en el escenario”. Viendo los resultados, surgió la idea de que el resultado de la iniciativa fuera una sorpresa.
La actual junta directiva fue fruto de la preparación realizada a principios de 2021 por PSOE, PP, Unidas Podemos y PNV, que se repartieron los 10 puestos de la lista. Los socialistas apoyaron a José Manuel Pérez Tornero (que ostentaba la presidencia), Ramón Colom, Elena Sánchez y Concepción Cascajosa; el PP apoyó a Jenaro Castro, Carmen Sastre y Consuelo Aparicio; Unidas Podemos seleccionó a Roberto Lakidain y José Manuel Martín Medem y el PNV a Juan José Baños. Tanto los currículums como los proyectos de gestión de los aspirantes fueron evaluados por un comité de expertos designado por las Cortes, que tras la minúscula criba configuró una lista con los 20 candidatos que presentaban mayor cualificación. Se les consideraba “idóneos” para ser nombrados miembros del consejo.
De esta lista, los grupos parlamentarios sólo salieron con tres: Pérez Tornero, Sastre y Lakidain. El resto fueron elegidos por afinidades políticas, desconociendo criterios profesionales y capacidad de gestión. La nominación de los preseleccionados cayó en la bolsa redonda por abundancia de recursos y porque incluye a muchos más hombres (si se postularon en mayor número) que mujeres, lo que impidió un consejo igualitario. La profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona Isabel Fernández Alonso formó parte del comité de expertos que evaluó los trucos. Recordando que en la primera lista había cuatro candidatos, pero el fracaso de la primera clasificada, Alicia Gómez Montano, pilló el desequilibrio. «Siempre di que no puedes darle más puntos a la guía por ser mujer», asegura. También duda de que el concurso “estaba mal diseñado desde el principio; Tenía fallas y lagunas”.
Uno de los desatini más sensacionales fue la publicación de los baremos después de que los candidatos hubieran presentado la documentación. Es más, si primero fue periodista, en detrimento de otras profesiones como académicos, economistas o ingenieros. “Muchos no nos parecen criterios más adecuados, pero cuando estás en Fiján hay que cumplirlos. Es contradictorio convocar un concurso y hacerlo imposible. La sensación es que llevamos cinco meses perdiendo el tiempo”, lamenta Fernández Alonso. Considere que la polarización ideológica se ha traducido en la directiva de RTVE y que los choques políticos han acabado recordando el funcionamiento de la institución.
Ciudadanos, el partido que había apostatado con mayor vehemencia por el formato, no participó en el pacto para nombrar el consejo. Ha afirmado que el Gobierno y el PP han decidido incorporarse a la comisión de expertos para «repartir los puestos como se fueran cromos» y han decidido no participar en las votaciones parlamentarias. «La competición estaba pensada para que la jugaran los mejores, no los mejores amigos», afirmó el equipo de Albert Rivera.
Innovación fallida
Para el catedrático de Periodismo de la Universidad de Málaga Manuel Chaparro la innovadora iniciativa de incorporarse al patronato de RTVE fracasó. “Si jugó con gente que había confiado en un sistema que poco a poco se fue adulterando. Para los participantes el juicio fue un verdadero fraude. Mucha gente presentó proyectos interesantes y al final quedaron satisfechos”. Chaparro sostiene que el modelo podría haber funcionado si los partidos de Hubieran tuvieran «alta posición democrática» y cree que el principal problema fue el de no respetar las reglas y no respetar los compromisos para elegir a los más calificados. En RTVE declaro que el Parlamento tiene la última palabra («esto es democracia») pero se entiende que los políticos se oponen a sus propios intereses, ya que al final «nombran a sus afines obviando la profesionalidad».
Un factor añadido a la crisis de gobierno en RTVE es que la mitad de la junta ha caducado. La ley fija la duración de la carga en seis años y establece que sus integrantes han sido renovados por miles de años a los tres años. Esta circunstancia obliga a sustituir este mes de marzo con cinco de tus amigos. Pero la falta de escucha entre los dos grandes partidos, PP y PSOE, mantiene en sus movimientos voces que deberían abandonar sus movimientos. Los nombres fueron elegidos y por casualidad y se corre el riesgo de que suban los tres representantes del PP, uno del PSOE (Colom) y el PNV. Además, queda desocupada la plaza de Pérez Tornero, que queda limitada hasta septiembre de 2022.
Para nombrar nuevos concejales, los partidos tendrán manos libres. No figurará en la lista de candidatos que opten al concurso, según fuentes de la empresa. Sí, necesitarás la parte trasera de los dos tercios de las cámaras. Los socios gubernamentales esperan que este proceso pueda culminar antes de que finalice la mitad del año del mandato de Cascajosa. Y en el caso de que no recomienden llegar a un consenso con el PP, no quieren recurrir a un verdadero decreto legislativo para que la renovación suba rápidamente, en una segunda vuelta, sólo con mayoría absoluta. “Mariano Rajoy lo hizo”, advierte.
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