Indignación en la UE por el ataque de Israel al campo de Rafah | Internacional

El bombardeo israelí de un campo de concentración en Rafah que dejó menos de 45 muertos apenas un día después de que la Corte Internacional de Justicia (TIJ) de la ONU ordenara a Israel suspender la acción militar allí ha provocado irritación en la UE. “I condeno en los términos más enérgicos”, criticó el alto representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, tras reunirse con los ministros de Asuntos Exteriores de los estados miembros. El jefe de la diplomacia de la Unión ha dejado constancia una y otra vez de que las resoluciones de este tribunal vinculan a todos los miembros de las Naciones Unidas y que Israel forma parte de esta organización. Una prueba que ha sufrido la presidencia del gobierno de Benjamín Netanyahu desde Bruselas, aunque sea de forma simbólica, es que los 27 Estados miembros han recibido respuesta para convocar a Israel para hablar sobre el reconocimiento de la asociación que ha registrado en el UE, como venían reclamando España e Irlanda desde febrero.

Borrell quiso ser el máximo responsable de la unión más exigente con el Gobierno israelí, cuando llamó a Hamás a que debe disparar cohetes y rechazar estas acciones. La condena del atentado de Rafah, recogida por el Alto Representante, fue precedida por el Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel: “Es horrendo ver a civiles palestinos inocentes asesinados en el pasado reciente. No existe una zona interior segura en Rafah. Pido al Gobierno israelí que respete plenamente el Tribunal Internacional de Justicia y detenga la ofensiva en Rafah. Insto a que se aplique un alto nivel de fuego inmediato y que se respete el derecho internacional y humanitario”.

Ni la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en otras ocasiones muy rápidas en las sociedades sociales, ni la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, mencionaron el ataque a X. Ambas tienen un argumento para mantener el silencio, que también es válido en otras ocasiones: según los tratados de la Unión, las voces competentes de la UE para debatir sobre política exterior son las del Alto Representante y el Presidente del Consejo.

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A estas voces se suman las del presidente francés, Emmanuel Macron: “Indignados por los ataques israelíes que han provocado numerosos desplazamientos en Rafah. Estas operaciones deben ser cesar. No hay zonas seguras en Rafah para los civiles palestinos. Doy pleno respeto al derecho internacional y un alto nivel de fuego inmediato”. El presidente francés se encuentra de viaje oficial en Berlín, donde visitó el Memorial del Holocausto y se reunió con dos figuras internacionales de la lucha contra el nazismo, Serge y Beate Klarsfeld, que han criado casi toda su vida siguiendo el camino de los nazis.

Otra jugada de la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, que, sin embargo, mostró un tono exigente poco habitual en Berlín: “Vemos lo horrible que es la situación, este sufrimiento no puede durar ni un día más. […]. Las tormentas promedio del TIJ son vinculantes y deberían ser acumulativas. Ahora estamos viviendo todo lo contrario, con nuevos misiles contra Tel Aviv por parte de Hamás, una vez más que no hay garantía para la seguridad de Israel, que nadie va a ser liberado si ahora se interroga al pueblo en sus posesiones. El derecho internacional humanitario se aplica a todos, incluidos los responsables del ejército israelí».

Baerbock, al igual que Borrell, el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, y sus homólogos de la UE se ven este mes con ministros de Egipto, Qatar, Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Jordania, junto al secretario de la Liga Árabe , para buscar los caminos que den impulso a la paz en el Oriente Próximo. Además, a esta reunión fue invitado el ministro de las Asunciones israelíes, Israel Katz, pero no respondió, preguntaron fuentes comunitarias.

Borrell había entrado en la lista de ministros presentes en la reunión para que le pidieran que reflexionara sobre cómo destruir a Israel cumpliendo la orden de la CIJ. Una de las decisiones convocó a una reunión del Consejo de Asociación con Israel. Aunque hoy no es necesaria una fecha para esta citación, que requerirá muchas nuevas negociaciones antes de que pueda ser convocada, las fuentes diplomáticas que vieron bien la mera preparación para ella suponen un importante cambio de actividad -esta decisión requiere unanimidad- para la parte sobre todo aquellos países que hasta ahora han recibido algún gesto que pueda interpretarse como una pregunta a Israel.

Así lo indicó también la ministra belga de Asuntos Exteriores, Hadja Lahbib, al anunciar la decisión de convocar el Consejo de la asociación «para analizar el cumplimiento del acuerdo de la asociación, que contiene obligaciones de respeto de los derechos humanos», subrayó en X.

El alto representante, además, saltó al paso de los ataques de Katz contra España, Irlanda y Noruega para reconocer el Estado palestino: “Ninguna llamada diplomática al escalafón. Todo es menos diplomático. Algunas de las cosas que ha visto son menos diplomáticas. Al contrario, se trata de un ataque verbal absolutamente injustificado y extremo que el Gobierno español se ha encargado de tomar represalias».

El ataque al campo de Rafah y sus consecuencias son conocidos en medio de que España, Irlanda y Noruega reconozcan el Estado palestino el martes y sólo un día después de que la Corte Internacional de Justicia de la ONU ordenara suspender los ataques a Rafah. Desde entonces, estos tres países, a primera hora de la mañana, ya exigirán al gobierno de Netanyahu que respete esta resolución y cumpla la orden. “Tengo una preocupación generalizada por el doble rasero y creo que está bien fundada. Sí, esto es un problema porque debilita la credibilidad de las instituciones internacionales”, subrayó el Ministro de Asuntos Exteriores de Noruega, Espen Barth Eide.

El Jefe de la Diplomacia española, por su parte, añadió: “La UE debe examinar cuáles son los instrumentos que tenemos para defender la legalidad internacional, apoyar al Tribunal Internacional de Justicia y lograr el cumplimiento de sus sentencias y sus medidas cautelares. A partir de entonces, España, bilateralmente y en la parte que le corresponde dentro de la Unión Europea, seguirá realizando esta labor del tribunal y exigirá la ejecución de sus resoluciones”.

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