Al menos 74 personas han muerto y más de 50 han resultado heridas en un incendio declarado durante la madrugada de este jueves en un edificio del centro de la ciudad sudafricana de Johanesburgo. Por el momento se desconocen las causas del siniestro, que ha afectado a un inmueble de cinco plantas situado en el centro financiero de la ciudad. Según informan varios medios locales, la mayor parte de los inquilinos del edificio eran inmigrantes en condición irregular.
Thembalethu Mpahlazatold, funcionario provincial de los Servicios de Patología Forense, ha informado de que hasta el momento se han recuperado 74 cadáveres, 12 de los cuales eran niños y 24 eran mujeres. El portavoz de los servicios de emergencias de Johanesburgo, Robert Mulaudzi, había indicado anteriormente que 52 personas estaban siendo tratadas en diversos hospitales por heridas y problemas respiratorios.
El fuego se originó alrededor de la 1.30 (misma hora en la España peninsular). El inmueble en el que se ha propagado el incendio se sitúa en Marshalltown, un barrio deprimido de una ciudad donde la pobreza, los incendios domésticos y la falta de vivienda están muy extendidos. Los bomberos han logrado sofocar las llamas, pero aún circula el humo por el interior del edificio de un piso a otro y los cadáveres yacen cubiertos con mantas en una calle cercana.
A medida que pasan las horas, los primeros supervivientes y testigos aportan sus testimonios. “Vi a un tipo saltar desde el cuarto piso y perdió la vida en el acto” contaba Thando le Nkosi Manzini, un estudiante que vio el incendio desde la calle. Omar Arafat, superviviente, se secaba las lágrimas con su camiseta mientras relataba cómo ha perdido a su hermana de 21 años entre las llamas de las que él que logró escapar. “Rompí la ventana… Y cuando caí, pensé: ‘Estoy muerto’”, contaba a Reuters. Otra de sus hermanas está en el hospital y la familia ha perdido todas sus posesiones.
“Es un día triste para la ciudad de Johanesburgo… Después de 20 años de servicio, nunca me había encontrado con algo así”, ha afirmado Mulaudzi. “Hemos informado a las personas que están en la zona buscando a sus familiares que las posibilidades de encontrarlos con vida son muy escasas”, ha lamentado el portavoz. Es decir, el número de muertos podría crecer en las próximas horas.
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La cadena de televisión Newzroom Afrika ha informado de que el inmueble de cinco pisos estaba en situación de abandono, aunque la gente seguía viviendo en su interior. Según un responsable de los servicios de Seguridad y Protección de la ciudad sudafricana citado por este canal, uno de los motivos de la elevada cifra de víctimas mortales es el sellado de alguna puerta de seguridad que les podría haber permitido salir al exterior.
El alcalde de la ciudad, Kabelo Gwamanda, ha declarado a los periodistas que el edificio era propiedad municipal y que había sido alquilado a una organización benéfica para mujeres desplazadas, pero que “había acabado sirviendo para otro fin”, sin dar más detalles.
Lebogang Isaac Maile, jefe del departamento de Asentamientos Humanos de la provincia de Gauteng, que incluye Johanesburgo, ha informado más tarde de que algunas de las víctimas podían haber estado pagando un alquiler a bandas de delincuentes que cobraban ilegalmente. “Hay cárteles que se aprovechan de la gente vulnerable. Porque algunos de estos edificios, por no decir la mayoría, están en realidad en manos de esos cárteles que cobran el alquiler a la gente”, ha aseverado a los medios en el lugar de los hechos.
Latest update is 73 fatalities and 52 injured still continuing with search and recovery operation
— Cojems Spokesperson (@RobertMulaudzi) August 31, 2023
Por otra parte, el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, que estaba en un desfile militar ha calificado este jueves la situación como una “gran tragedia”. Ramaphosa, que ha visitado el lugar del siniestro, ha dado el pésame a las familias y ha pedido que las investigaciones ayuden a prevenir “una tragedia igual”. “Este incidente nos llama a todos, desde los servicios de emergencia y otras entidades del Gobierno, a tender la mano a los supervivientes para ayudar a restablecer su bienestar físico y psicológico y ofrecer toda la ayuda material y asistencia a los residentes afectados por esto”.
Un edificio de la época del ‘apartheid’
El ahora calcinado bloque de viviendas era un edificio considerado patrimonio de la época del régimen racista del apartheid, vigente en el país hasta 1990. A él acudían los sudafricanos negros para recoger su dompass, el documento que les permitía trabajar en los barrios de la ciudad que eran propiedad de los blancos.
Johanesburgo es una de las ciudades más desiguales, en el país más desigual del mundo. Sus principales lacras son la pobreza, el desempleo y la crisis inmobiliaria, pues al menos 15.000 personas en esta urbe de más de cinco millones de habitantes no tienen hogar, según el Gobierno de la provincia de Gauteng. La cifra real, no obstante, puede ser más elevada, dado que en las estadísticas oficiales a menudo no figuran las personas que no están registradas debido a la gran movilidad y el carácter transitorio de los miembros de la población sin hogar.
Los incendios domésticos son frecuentes en Johanesburgo, especialmente en las zonas pobres. El suburbio de Alexandra, uno de los más míseros, ha visto cientos de casas arrasadas en varios incendios en los últimos cinco años.
La ciudad, como el resto del país, sufre cortes crónicos de electricidad, durante los cuales muchos velas para alumbrarse y leña para calentarse. Ahora, este suceso es, para Maile, la demostración de “un problema crónico de la provincia, ya que hemos dicho anteriormente que hay al menos 1,2 millones de personas que necesitan vivienda”.
Este es el tercer incendio de un edificio que se produce en Johanesburgo durante los últimos meses, según informan los medios sudafricanos, después de que dos menores de edad murieran en otro incidente en junio.
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