La población española está cada vez más envejecida y los datos lo constatan: casi un 20% de los españoles ya tiene más de 65 años y los octogenarios representan el 6%, según el INE. Y no es una tendencia que afecte únicamente a nuestro país: se percibe claramente en toda Europa, donde la proporción de mayores de 80 años casi se duplicó entre los años 2001 y 2020. Por ello, no es de extrañar que muchas empresas tecnológicas se estén centrando en desarrollar dispositivos y servicios que ayuden a los más mayores en su día a día y permitan, por ejemplo, monitorizar su salud o recibir asistencia cuando lo necesiten.
Con teclas grandes, textos ampliados y funciones simplificadas. Así suelen ser los teléfonos móviles adaptados a las personas mayores que, eso sí, no tienen por qué renunciar a la conexión a internet o a prestaciones tan utilizadas como la mensajería por WhatsApp en sus terminales. Así lo demuestra SPC con su modelo ZEUS 4G PRO, un terminal con Android y grandes iconos coloridos, con teclas físicas para descolgar y colgar, y con servicios como un botón de SOS que permite avisar de una emergencia rápidamente. También incluye otras funcionalidades para los familiares, que podrán configurarles a distancia algunas características o recibir notificaciones en caso de una inactividad del smartphone que resulte inusual.
Si los teléfonos móviles se están teniendo que adaptar para no dejar fuera a los más mayores, los wearables ya han nacido con funciones especialmente útiles para ellos: medir los pasos, monitorizar el sueño y llevar un registro de variables de salud como el ritmo cardiaco, el oxígeno en sangre o la cadencia de la respiración pueden ayudar a que los mayores se mantengan activos y llevar un cierto control de su estado general.
Aunque estos dispositivos no están específicamente diseñados para ellos, hay modelos muy sencillos o muy centrados en estas mediciones. Por ejemplo, una pulsera muy económica como Xiaomi Smart Band 7, ofrece una autonomía que supera las 2 semanas de uso y monitoriza distintas variables de salud de forma continua; o el Apple Watch SE, el modelo básico de la compañía de la manzana, que es posible usar asociándolo al iPhone de un familiar, avisa a emergencias en caso de caída y realiza electrocardiogramas.
GPS y constantes vitales
Cuando una persona mayor se desorienta con facilidad, tiene tendencia a escaparse o está mucho tiempo sola, un localizador GPS aporta tranquilidad a sus familias. Y es que, combinados con una app móvil, este tipo de dispositivos permiten saber con exactitud dónde están en cada momento, establecer zonas seguras (avisando si salen del perímetro marcado) e, incluso, disponen de detectores de caídas e incorporan botones para dar aviso a los servicios de emergencia o sus allegados de manera inmediata.
Los hay muy discretos y en forma de reloj, como Nock Senior, que además, admite llamadas telefónicas; o con forma de llavero, como Leotec Tracker GPS, que incluye la posibilidad de visualizar la ruta exacta que ha realizado el dispositivo y su ubicación con 5 metros de margen de error, entre otros. La mayoría tiene en común que es imprescindible una conexión de datos para que funcionen y, en muchos casos, también pagar una suscripción mensual.
En el lado menos digital y conectado de la tecnología están las bandas de resistencia, pesas o mancuernas pueden ser de mucha ayuda para mantenerse activo y en buen estado físico: el ejercicio es esencial para reducir dolores, aumentar la fuerza y encontrarse ágil, aumentar el equilibrio o tener una buena frecuencia cardiaca y respiratoria. También resultan interesantes los pedales para pies y manos, tanto en su modalidad activa (el usuario pedalea usando su propia fuerza, en el caso del pedaleador fitness de Domyos) como en su forma pasiva (el movimiento se realiza automáticamente, por ejemplo con este pedaleador motorizado de Exerpeutic). En ambos casos, se mejora la circulación sanguínea, se fortalece la musculatura y se mantiene activo el cuerpo.
Hoy en día es fácil encontrar dispositivos para monitorizar todo tipo de variables relacionadas con la salud. Los más populares son los tensiómetros, como los de OMROM, una de las firmas más fiables con modelos como X7 Smart, que detecta la posibilidad de fibrilación auricular; o los medidores del nivel de glucosa en sangre, como el kit de Sinocare, con calibración automática. A estos dispositivos se suman otros hasta ahora menos conocidos y que van desde pulsioxímetros hasta monitores específicos para hacer electrocardiogramas. Incluso se puede tener la ayuda de pastilleros inteligentes como Ellie, que envía notificaciones para no olvidarse de tomar una pastilla y elabora informes para comprobar si se ha cumplido con todas las tomas.
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